El conjunto es una de las mejores tallas realizadas por el gran imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci en 1944, uno de los artistas más importante del siglo XX.
Fue el imaginero y escultor de España que más imágenes talló en su época (veintitrés Nazarenos, ochenta y dos Dolorosas, cuarenta y un Crucificados, treinta y tres andas procesionales y un largo etcétera).
Entre los años 2000 al 2001, el Santísimo Cristo se trasladó a Sevilla para ser restaurado por José Pérez Delgado, discípulo de Antonio Castillo Lastrucci y que participó en el ensamblaje y policromado del conjunto.
Dicen que, durante la restauración, el artista tuvo que cerrar las puertas del taller por la gran afluencia de gente que quería ver el conjunto escultórico.
El misterio representa el momento en que Jesús es desclavado y bajado de la Cruz. Se compone de cinco imágenes completas en las que San Juan y José de Arimatea sujetan a Jesús, mientras Nicodemo lo hace por el brazo derecho, y María Santísima de la Piedad le espera con los brazos abiertos al pie de la cruz.
Es posiblemente uno de los conjuntos más importantes de España. El pie del Cristo figura en un libro de medicina por su perfección anatómica. Los detalles y las calidades de acabados son perfectos y cautiva a quien lo contempla.
Fue portada del programa de Semana Santa de Sevilla en 1944 como homenaje al autor y a su obra, a pesar de no procesionar en su ciudad de Sevilla.
Igualmente, fue portada en el libro de Antonio Manzano Marchirant “Semana Santa en Badajoz” publicado en el año 1997.
El paso es el más grande de la Semana Santa (5,70 m de largo con diez trabajaderas) y uno de los más pesados de Badajoz.
Andas doradas de estilo rococó, diseñadas, realizadas y donadas por José Benítez y Antonio Flores.
En el frontal destaca una gran cartela central con el escudo de la cofradía, rematada por rocallas y flanqueada por dos ángeles en relieve.
Las esquineras están rematadas con ricas hojas de acanto y en la trasera sobresale el escudo del Obispo Alcaraz y Alenda.
En 1954 se agrandaron las andas y un año después se acabaron de tallar los respiraderos.
Sobre el paso destacan cuatro candelabros de seis brazos tallados, dorados y rematados con guardabrisas. En algunas ocasiones ha procesionado con cuatro hachones de gran tamaño para sus cuatro esquinas