A pesar de las malas previsiones meteorológicas, casi todas las hermandades pudieron hacer su estación de penitencia completa, como ya ocurriera en el 2015. Solo la procesión del Domingo de Ramos, se quedó en casa.
Tristemente, la recordaremos por la estampida de gente, que hubo en la procesión de la Soledad del Viernes Santo, en la calle San Pedro Alcántara, hacia la Plaza Alta. Hecho, que ensombreció de cierta forma la gran novedad de la Semana Santa, la salida procesional del Stmo. Cristo de la Misericordia, como motivo del Año Jubilar de la Misericordia.