La pandemia ha cortado de raíz toda manifestación pública de nuestras hermandades. Hace más de un año, que ninguna imagen reparte su bendición por las calles de Badajoz, ya sea en un rosario, en un traslado, en un vía crucis o en su estación de penitencia.
Esto no quiere decir, que las hermandades estén paradas y se despreocupen de los más necesitados y de su patrimonio. Un ejemplo, puede ser la Hermandad de la Soledad, que en su segundo aniversario del proyectos de desayunos sociales, ha repartido más de 14.600 desayunos.
También, dentro de lo que la situación lo permite van mejorando su patrimonio. En este caso, anoche la hermandad de Jesús Obrero mostraba en su Facebook los primeros pasos de su nuevo paso para sus imágenes.
